martes, 3 de mayo de 2011

DESCUIDOS Y OMISIONES. ENTREVISTA A FRANCISCO ONIEVA

El pasado 10 de abril tuvo lugar un recital de poesía a cargo de Francisco Onieva y se presentó el cuaderno Descuidos y Omisiones, en la sala Celestino Mutis del Jardín Botánico de Córdoba.



Este cuaderno se compone de diez de poemas, cuatro de ellos son inéditos y el resto son poemas con versos no corregidos que aparecieron en Los lugares públicos. Los poemas han sido ilustrados por Antonio Xama, artista plástico nacido en Hinojosa del Duque y licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Sevilla.

Debemos destacar que el cuaderno está realizado por artesanos del papel y es el número dos de la Colección Hojas de Fuelle, publicado por La Fragua de Metáforas.



La presentación se inició con unas palabras de Mertxe Manso, directora de la colección; tras ella, Inmaculada Díaz al piano y Olivia Agudo al violín crearon un ambiente más agradable para que Francisco Onieva comenzara a leer.


A continuación, y para obtener más información, le hemos hecho una pequeña entrevista a Francisco Onieva:



P. ¿En qué se inspira para escribir?
R. Me inspiro en todo lo que me rodea, especialmente en los pequeños detalles cotidianos. A partir de ellos reflexiono sobre la existencia y mi visión del mundo, buscando respuestas en las regiones en sombra que nos conforman. Un escritor debe ser bastante observador y mirar la realidad con ojos distintos a los demás para extraer de ella los materiales necesarios con los que crear una obra, pues todo, hasta lo que a primera vista parece más insignificante, puede ser materia literaria.

P. ¿Con cuántos años empezó usted a escribir poesía?
R. Desde que tengo uso de razón, me recuerdo cerca de un libro. No sé los años con los que escribiría mi primer verso (sería pretencioso y fabulador decir que con siete u ocho). De lo que no tengo dudas es de que con 17 o 18 empecé a escribir teniendo en cuenta a un posible lector, que es el salto que hay que dar para convertirse en escritor (los papeles de uno tienen que desbordar el ámbito íntimo del cajón del escritorio y salir a la luz pública).

P. ¿De los diez poemas que conforman Descuidos y omisiones, cuál destacaría?
R. Sin duda, me quedo con “Conversaciones con José durante un paseo por la costa”, no solo porque supuso mi primer reconocimiento público, el premio comarcal Hilario Ángel Calero, sino también porque es un homenaje a uno de los escritores que más admiro. Con 17 años recorrí los rincones de Collioure por los que Antonio Machado había vivido sus últimos días apenas 50 años antes. Al llegar a su tumba sufrí una especie de catarsis. Junto a la lápida había un buzón en que se instaba a depositar reflexiones, poemas o impresiones. Me arriesgué a dejar unos versos improvisados que firmé. Pocos meses después, ya en primero de Filología, al profundizar en la vida del poeta me encontré con la anécdota real que sirve de base al poema. Estando con su madre, ya enferma, y su hermano José en el pequeño pueblo francés, durante un paseo con este miró hacia las casas humildes de los pescadores y le dijo, sin sospechar el conflicto que asolaría Europa poco después, que envidiaba a aquellas personas que vivían sin saber lo que era el sufrimiento de una guerra.

P. Usted cuida mucho los títulos de sus libros, ¿por qué ha titulado este cuaderno así?
R. Cuando se me propuso participar en este proyecto, vi la posibilidad de poder publicar seis poemas que aparecieron en Los lugares públicos con unos versos no corregidos. Esos son los “descuidos” a los que hace referencia el título. “Las omisiones”, por su parte, son los cuatro poemas inéditos que, en su momento, no formaron parte de Perímetro de la tarde (uno) ni de Las ventanas de invierno (tres).

P. El cuaderno es una pieza de coleccionistas. ¿Qué sintió al verlo por primera vez?
R. Como bien decís, es de una gran belleza física, tanto por las ilustraciones de Antonio Xama, que ha conseguido que palabra e imagen formen un todo armónico, como por la encuadernación, la elaboración del papel o la impresión artesanales. Todo ello es lo que hace que sea un objeto exclusivo, para coleccionistas.

P. ¿El resultado de la presentación fue el deseado?
R. Sí. Lo que más me satisface de leer en público es ver en los rostros de los asistentes, las reacciones ante los distintos versos que les ofrezco. Ese es el principal aliciente que tiene para mí cualquier lectura. Muchas veces uno tiene sus poemas preferidos, pero eso no implica que tengan que ser los mejores; en este sentido, leerlos en público puede servir para ver cuáles funcionan mejor y cuáles no lo hacen tan bien como se pensaba.

P. ¿Qué opina de que se realicen diversos actos en un mismo día y de que, en su caso, haya coincidido con uno de los últimos recitales de Cosmopoética?
R. Supongo que es muy difícil cuadrar la agenda cultural de una ciudad. Este tipo de coincidencias pasan con frecuencia y creo que hay que verlo como un síntoma de riqueza. No obstante, tengo que reconocer que no me gusta, pues pienso que los actos deben tener cada uno su importancia y relevancia, sin pisarse unos a otros. Además, en el caso que referís, al tratarse de la última edición de Cosmopoética antes de la elección de la Capital Europea de la Cultura, todos debemos apoyar este objetivo común. A mí mismo me hubiese gustado estar como público en dicho recital.

P. ¿Qué le parece el papel que juega Cosmopoética en la carrera hacia la Capitalidad Europea de la Cultura?

R. La Oficina de la Capitalidad ha sabido canalizar una corriente de afinidad hacia la poesía que latía en la ciudad. Siempre se ha dicho que Córdoba es la ciudad de los poetas, con lo que es normal que Cosmopoética sea uno de los buques insignia en la carrera por conseguir la Capitalidad: es capaz de implicar a toda una ciudad y la convierte por unos días en la capital mundial de la poesía. Es el festival poético más importante del mundo (o al menos, uno de los tres, junto al Festival Internacional de Poesía de Medellín o el Mercado de la Poesía de París).
Se está haciendo una labor digna de elogio cuyos frutos se ven en el hecho de que Córdoba sea una de las grandes favoritas –entre la gente de la calle es la principal-. Esperemos que a finales de junio los desvelos de tantas personas se vean recompensados con un reconocimiento que redundará en beneficio de toda la provincia. Estoy convencido de que será Capital Europea de la Cultura. Pasado, presente y futuro tiene como para serlo; además, la ciudad tiene ahora mismo una magia y un encanto singulares –y eso que aún quedan algunas infraestructuras por hacerse realidad-.

P. Por último, ¿qué consejo le daría a los jóvenes que quieren empezar a escribir?
R. Leer, leer y leer. Para escribir hay que leer mucho. Yo me defino primeramente como un lector que, ocasionalmente, acude a la escritura. La voz propia de cada uno se va haciendo a través de las múltiples lecturas y teniendo siempre como referencia a una serie de escritores con los que se establece una relación de afinidad. Solo a través de la lectura se consigue crear una voz y un universo propios.


(Lorena Díaz, Lourdes Carrasco, Irene Misas, Beatriz-Irene García)

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