lunes, 19 de diciembre de 2011

NICANOR PARRA, PREMIO CERVANTES



El poeta chileno Nicanor Parra ganó el pasado día 1 de diciembre el Premio Cervantes, dotado con 125.000 euros. El galardón reconoce la figura de un escritor de habla hispana que con el conjunto de su obra haya contribuido a enriquecer el legado literario hispánico. El año pasado la galardonada fue Ana María Matute, española; con lo que este año, respetando la norma no escrita de cambio de continente, le ha correspondido a un autor hispanoamericano.
Nicanor Parra nació en 1914 en San Fabián de Alico (Chile), en una familia de reconocidos artistas chilenos. Estudió Ciencias Exactas y Físicas en la Universidad de Chile. Más tarde, se especializó en Mecánica avanzada. Fundó el Instituto de Estudios Humanísticos de la Facultad de Ingeniería. En 1968 participó en el Frente Amplio de Intelectuales por el No, que se constituyó con motivo del plebiscito de reafirmación convocado por el dictador Pinochet. En 2001, presentó en España por primera vez Artefactos visuales, una exposición en la que, mediante la mezcla de palabras, imágenes y objetos, realiza una crítica consumista de Occidente.
Su obra ha tenido gran influencia en la literatura hispanoamericana. Ha sido el creador del concepto de antipoesía, que rompe con los cánones tradicionales de este género al utilizar un lenguaje cotidiano y directo. Esta nueva poesía incluye entre sus elementos el humor, la ironía, el sarcasmo y los personajes antiheroicos. En 1937 publica su primer poemario, Cancionero sin nombre, galardonado con el Premio Municipal de Santiago. Sus obras han sido traducidas a varios idiomas en las que destacan Poemas y antipoemas (1954), La cueca larga (1958), Versos de salón (1962), Canciones rusas (1967), La camisa de fuerza (1968), Antipoemas (1972), Artefactos (1972), Coplas de Navidad (1983), Poesía política (1983), Hojas de parra (1985), la antología Páginas en blanco y Discursos de sobremesa (2006).
También ha traducido del inglés obras literarias como El Rey Lear, de Shakespeare, y obras científicas como Fundamentos de la física (1957) de Robert Bruce Lendsay y Henry Margenau

Autorretrato

Considerad, muchachos
Este gabán de fraile mendicante:
Soy profesor en un liceo obscuro,
He perdido la voz haciendo clases.
(Después de todo o nada
Hago cuarenta horas semanales).
¿Qué les dice mi cara abofeteada?
¡Verdad que inspira lástima mirarme!
Y que le sugieren esos zapatos de cura
Que envejecieron sin arte ni parte.

En materia de ojos, a tres metros
No reconozco ni a mi propia madre.
¿Qué me sucede? -¡nada!
Me los he arruinado haciendo clases:
La mala luz, el sol,
La venenosa luna miserable.
Y todo ¡para que!
Para ganar un pan imperdonable
Duro como la cara del burgués
Y con olor y con sabor a sangre.


(José María López, Alicia López y Alba María Rodríguez)

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