viernes, 3 de febrero de 2012

JOYCE LIBRE DE DERECHOS




Joyce moría al poco de comenzar la Segunda Guerra Mundial. Su nieto, Stephan Joyce, se convirtió en el único familiar vivo del autor de Ulises, pero su excesivo celo por proteger la integridad de su familia le hicieron impopular, ya que boicoteaba todas y cada una de las iniciativas que surgían en las que se usaba material de su ascendiente. En 1991, una nueva ley europea amplió el plazo original de protección de los derechos de autor de los 50 años hasta los 70 actuales. Todos los interesados en usar cualquier tipo de contenido publicado por James Joyce en vida tendrían que esperar hasta 2011 para ver sus deseos cumplidos.
Pero 2012 ha llegado, poniendo fin al excesivo empeño del albacea. Los derechos de autoría, protegidos todos estos años, han imposibilitado también la investigación académica en torno a la obra del autor. Afortunadamente, a día de hoy ya se pueden publicar y citar sin referencia o pago obras como Dublineses, Retrato del artista adolescente, Ulises y Finnegans Wake.
Pero Joyce no ha sido el único intelectual que ha visto mermada la difusión de su obra por la legalidad imperante. Antes ha habido otros, tal y como resumía el diario The Independent. En otras ocasiones, son los propios escritores los que interfieren en la difusión de su obra: Beckett dejó especificado que ninguna mujer debía tener un papel protagonista en su obra dramática Esperando a Godot y Mary Shelley o Kafka solicitaron que sus cartas se quemaran tras su muerte.
James Joyce es un escritor irlandés nacido en Dublín en 1882, en el seno de una familia de arraigada tradición católica. Estudió en el colegio de jesuitas de Belvedere entre 1893 y 1898, año en que se matriculó en la National University de Dublín.
Su formación jesuita le inculcó un espíritu riguroso y metódico que se refleja incluso en sus composiciones literarias más innovadoras y experimentales. Manifestó cierto rechazo por la búsqueda nacionalista de los orígenes de la identidad irlandesa, y su voluntad de preservar su propia experiencia lingüística le condujo a reivindicar su lengua materna, el inglés, en detrimento de una lengua gaélica que estimaba readoptada y promovida artificialmente.
En 1902 se instaló en París, pero en 1903 regresó a Irlanda, donde se dedicó a la enseñanza. En 1904 se casó y se trasladó a Zurich, donde vivió hasta 1906, año en que pasó a Trieste. En 1907 apareció su primer libro, el volumen de poemas Música de cámara y en 1912 volvió a su país con la intención de publicar una serie de quince relatos cortos dedicados a la gente de Dublín, Dublineses. Durante la Primera Guerra Mundial vivió pobremente junto a su mujer y sus dos hijos en Zurich y Locarno.
Pero su consagración literaria completa solo le llegó con la publicación de su obra maestra, Ulises, novela experimental en la que intentó que cada uno de sus episodios o aventuras no solo condicionara, sino también produjera su propia técnica literaria. Una breve estancia en Inglaterra, en 1922, le sugirió el tema de una nueva obra, que emprendió en 1923 y de la que fue publicando extractos durante muchos años, pero que no alcanzaría su forma definitiva hasta 1939, fecha de su publicación, con el título de Finnegan's wake. Durante la Segunda Guerra Mundial se trasladó de nuevo a Zurich, donde murió ya casi completamente ciego en 1941.
La obra de Joyce está consagrada a Irlanda. Sus innovaciones narrativas, entre ellas el uso excepcional del flujo de conciencia, así como la exquisita técnica mediante la que desintegra el lenguaje convencional y lo dobla de otro, completamente personal, simbólico e íntimo a la vez, y la dimensión irónica y profundamente humana que, sin embargo, recorre toda su obra, lo convierten en uno de los novelistas más influyentes y renovadores del siglo XX.

(Elena González y Luis Alberto Tena)

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