miércoles, 20 de febrero de 2013

Manos a la escuela, de D. Bartolomé Calero



Bartolomé Calero Rubio nace en Pozoblanco en el año 1972. Estudió Educación General Básica en el Colegio Salesiano San José de Pozoblanco y, después, el bachillerato en el I.E.S. Los Pedroches. Realiza sus estudios universitarios como Ingeniero Técnico Industrial en la Escuela Politécnica de Córdoba.
Desde joven muestra interés por la formación de los jóvenes, lo que le lleva a crear y participar en muchas actividades formativas y solidarias para los mismos.
Al finalizar sus estudios comienza a trabajar como profesor durante siete años en el Programa de Garantía Social, actual PCPI, del Colegio Salesiano San José de Pozoblanco, donde había estudiado de pequeño. Es en este momento cuando Bartolomé descubre su verdadera vocación, la que le lleva a dedicar sus esfuerzos, no solo a transmitir conocimientos académicos sino a educar para formar personas, haciendo un especial hincapié en aquellos alumnos más desfavorecidos y con más necesidades.
En 2004 aprueba las oposiciones y comienza en su labor como profesor de tecnología en el I.E.S Antonio María Calero.
Durante todo este tiempo propone estrategias para la Mejora e Impulso de la Convivencia Escolar como “Escuela Espacio de Paz”, “Tutoría compartida”, “Alumnado Ayudante”, “Programa de Acogida” y “Mediación Escolar”, todas ellas desarrolladas y llevadas a la práctica educativa por el profesorado y alumnado de dicho centro escolar.
Por haber desarrollado todas las estrategias pedagógicas, el I.E.S. Antonio María Calero ha sido reconocido con el Premio de la Promoción de la Cultura de Paz y la Convivencia Escolar en Andalucía 2010, y con el Premio Derechos Humanos 2011 por la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía.
Durante 2009 y 2010 realiza un curso de 200 horas para convertirse en Formador de Formadores en Cultura de Paz, Convivencia y Resolución de Conflictos. Todo esto le lleva a impartir multitud de cursos de Formación al Profesorado y Conferencias Educativas por la geografía española. Además, ha sido Ponente en el Congreso Nacional de Convivencia Escolar y Participación del Entorno Educativo, en el Foro Mundial de la Educación y en el II Congreso Nacional sobre Convivencia y Resolución de Conflictos en Contextos Socioeducativos.
Algunos temas desarrollados en sus cursos y conferencias son: la Gestión del Aula, Resolución de Conflictos, Educación Socioemocional, Habilidades Sociales, Mediación Escolar, Tutoría Compartida, Alumnado Andante, Competencia Digital y Cultura de Paz.
Este libro, Manos a la Escuela, es el primero que escribe Don Bartolomé Calero, y en él quiere, de alguna forma, recoger su experiencia en una guía práctica para ayudar a familias y profesores a educar a jóvenes y niños. La idea de escribirlo surge del trabajo con alumnos, así como con compañeros a los que ha impartido cursos, los cuales le han incitado a contar de alguna forma su experiencia como padre y profesor. El apoyo, la escucha, la ayuda, el ánimo, el cariño, son algunas de las necesidades que los jóvenes tienen y la labor de los adultos es que se sientan sobre todo queridos.
El libro se divide en tres partes: antes, durante y después.
El “Antes” abarca todo aquello que transcurre desde que el niño se levanta hasta que va a clase, lo que es necesario para que este comience bien el día, el apoyo y cariño familiar. Además, aquí la función de los padres es animarlos, ya que la mayoría de alumnos asisten con desgana a la escuela, lo que disminuye su rendimiento y lo que a su vez repercutirá en sus ideas o proyectos de futuro, en sus sueños y aspiraciones en la vida. Es también importante incentivarlos y apoyar su capacidad de superación, siempre teniendo unas normas claras para mejorar la convivencia familiar. Es necesario el respeto, hablar correctamente y escuchar al que habla. Tienen que sentirse aceptados, valorados, seguros, competentes, etc. Todo es cuestión de proponérselo. Esta parte incluye fichas para estudiar la situación de los padres con respecto a sus hijos.
La segunda parte, “El durante”, se ocupa del tiempo que el niño pasa a ser alumno y  su jornada en la escuela. Es en este caso cuando el profesor entra en escena y es ahora el encargado de que exista convivencia entre los alumnos y que todos se sientan aceptados, desarrollando estrategias colectivas que mejoren en su conjunto el día a día en el centro. Ahora, el profesor debe manejar y gestionar el aula. Es importante que, antes de decir nada, uno se ponga en la piel del otro. Muchas veces se juzga sin conocer y no se sabe la situación a la que dicha persona pueda vivir sometida, por ello es necesario comprender al otro y tratar de ayudarlo. Debe existir una buena relación entre todos, con una buena convivencia. Se apoya en tablas para facilitar con proyectos de tutoría compartida a los profesores en su trabajo.
Por último, “El después”, el regreso a casa tras haber finalizado la mañana en la escuela. Donde la familia vuelve a cobrar importancia, los padres son los que ahora deben preocuparse por sus hijos, que traen nuevas experiencias, unas mejores y otras no tanto, su labor es escucharlos y mostrar interés por ellos.
Existen ocasiones en las que no se presta la atención suficiente hacia ellos, lo cual puede hacerles sentir mal. Esto, día tras día, puede generar en ellos cambios de conducta, de ahí la importancia del cariño, de sentirse queridos y apoyados por la familia, de esta manera, serán mas felices ya que el amor de la familia es imprescindible.
Las tardes deberán ser llevaderas, donde se incluyan actividades de ocio como el deporte, la música u otras, que ayudaran a obtener un mayor  y mejor rendimiento  en el estudio y en la concentración. En ocasiones, no vivimos en la sociedad que creemos sino que dependemos totalmente de nuestros actos, los cuales nos depararan unas consecuencias a veces no deseadas. Para ver la relación familiar que existe se añaden fichas que pueden ayudar a mejorar la convivencia y el ambiente familiar.
En definitiva es un libro que busca guiar a padres y profesores en su labor de enseñar y facilitar el aprendizaje a hijos y alumnos, donde se busca para todos ellos un futuro  de buena convivencia, prometedor y con éxitos.
(José María Escribano Dueñas)

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