jueves, 28 de noviembre de 2013

Un poema de Alberti




RETORNOS DEL AMOR EN UNA NOCHE DE VERANO

A tientas el amor, a ciegas el oscuro,
tal vez entre las ramas,madura, alguna estrella,
vuelvo a sentirlo, vuelvo,
mojado de la escarcha caliente de la noche,
contra el hoyo de mentas tronchadas y tomillos.

Es él, único, solo, lo mismo que mi mano
la piel desparramada de mi cuerpo, la sombra
de mi recién salido corazón, los umbrosos
centros más subterráneos de mi ser lo querían.

Vuelve único, vuelve
como forma tocada nada más, como llena
palpitación tendida cubierta de cabellos,
como sangre enredada en mi sangre, un latido
dentro de otro latido solamente.

Más las palabras, ¿dónde?
Las palabras no llegan. No tuvieron espacio
en aquel agostado nocturno, no tuvieron
ese mínimo aire que media entre dos bocas
antes de reducirse a un clavel silencioso.

Pero un aroma oculto se desliza, resbala,
me quema un desvelado olor a oscura orilla.
Alguien está prendiendo por la yerba un murmullo.
Es que siempre en la noche del amor pasa un río.

He elegido este poema porque refleja la intensidad de un amor de verano, que, aun llegando sin ser buscado, deja huella en tu corazón y , a la misma vez, su fugacidad, ya que solo transcurre en el estío y finaliza al empezar la rutina del invierno. Además, otra razón por la que me ha llamado la atención este poema es por las maravillosas expresiones que utiliza para mostrar sus sentimientos.

(Ana Garrido Rodríguez)

No hay comentarios: