jueves, 5 de febrero de 2015

Patricia Highsmith retorna con fuerza a los 20 años de su fallecimiento

Patricia Highsmith, la “artista del mal”, como la define su editor en español Jorge Herralde, vuelve con fuerza 20 años después de su muerte. La editorial Anagrama “rescata” íntegra su obra y el cine adapta varias de sus novelas. Highsmith era una mujer que destilaba “humor negro”, “lacónico”, “sarcástico” y “socarrón”, rememora Herralde, que destaca su “calidad literaria y su fantástica capacidad de creación de atmósferas perturbadoras y de personajes inolvidables”, como Tom Ripley.
Según Herralde, cuya editorial tiene los derechos de autor de la obra de Highsmith (veintidós novelas, siete libros de relatos y un ensayo), “apuesta muy fuertemente” por el “rescate” de la singular obra de una mujer poco convencional, que ha sufrido en los últimos años un gran descenso de ventas. El “revival” de la obra está siendo relanzada, además de por la editorial Anagrama, por la famosa editorial estadounidense W.W. Norton, por la feminista británica Virago, la italiana Bompiani y la suiza Diogenes.
Sus seis novelas reeditadas, al mismo tiempo en España y América, son: El talento de Mr. Ripley (1955), una novela enmarcada en el género negro-thriller, que narra la vida de Tom Ripley, un joven que lucha por una forma de vida en Nueva York, sin ninguna perspectiva, pero con talento para sobrevivir por hacer todo lo que se le solicita. Extraños en un tren, una novela de intriga basada en la idea de un crimen perfecto de dos desconocidos que acuerdan entre sí asesinar cada uno al enemigo del otro. Crímenes imaginarios, donde el protagonista fantasea con matar a su mujer. Ese dulce mal, que destaca por la combinación de tramas insólitas y por el estudio psicológico de sus personajes, centrándose en la figura de un químico de una empresa textil cuya angustia le precipita a la violencia y a la destrucción final. El grito de la lechuza, obra en la que el protagonista, Robert, se traslada para trabajar en Pennsylvania y se ve envuelto en un caso de asesinato. Por último, la obra El diario de Edith, en la que Highsmith dibuja la trayectoria de un desmoronamiento personal que acabará precipitándose de forma vertiginosa en medio de la trivial normalidad, con un desenlace más intenso y terrorífico que si se tratara de un simple asesinato.
El cine también se suma a este resurgir de “la artista del mal”, con el rodaje Carol por Todd Haynes, protagonizada por Catte Blanchett y Rooney Mara. Es una adaptación de la novela con el mismo título que escribió a sus 27 años y que narra el amor entre dos mujeres a principio de la década de los años 50 del siglo XX. También está en marcha una versión de El cuchillo, dirigida por Andy Goddard y con Patrick Wilson y Jessica Biel como protagonistas. Además, se negocian adaptaciones de Mar de fondo y Ese dulce mal.
Patricia Highsmith nació en Fort Worth, Texas. La complicada relación con su madre y su padrastro le inspiró para escribir The Terrapin, donde un joven apuñala a su madre. Su vocación por la escritura fue muy temprana; era una lectora voraz. Le interesaban los temas relacionados con la culpa, la mentira y el crimen, los cuales, más adelante, serían los temas centrales de su obra.
Comenzó a escribir gruesos volúmenes a los 16 años con ideas sobre relatos, novelas y diarios.
Se graduó en 1942 en el Barnard College, donde estudió literatura inglesa. Un año después, en 1943 empezó a trabajar para la editorial Fawcett, época en la que descubre su homosexualidad. Este tema lo tratará más adelante, cuando en 1952 aparezca, bajo el pseudónimo de Claire Morgan, su novela El precio de la sal. Esta obra trata de una problemática historia de amor de dos mujeres, con un final feliz insólito para la época.
A los 22 años comenzó a escribir su primera novela, The click of the shutting, que nunca fue publicada. Dos años después publicó su primer cuento en la revista Harper’s Bazaar. En 1950 publicó su primera novela, Extraños en un tren.
Su obra está llena de pesimismo y crueldad materialista, algo que no fue bien acogido en Estados Unidos, aunque sí en Europa, donde se trasladó en 1963.

(Álvaro Cobos García e Isabel María Moreno Muñoz)

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